martes, 22 de abril de 2014

Brazato Occidental (2731 m)

La Semana Santa, ese periodo donde unos celebran la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret mientras que para otros muchos es un simple periodo más de vacaciones.

Ciudades invadidas de procesiones al ritmo de tambores y saetas. Casas rurales y camping colgando el cartel de completo. Parece que estas fechas son las más idóneas para reencontrarse con la naturaleza.

Días que invitan al recogimiento personal. Introspección hasta las entrañas para reafirmarte en las cosas que de verdad te queman por dentro, momentos idóneos para ahondar en nuestras creencias.

Creo que en algo hay que creer , creo cada uno tiene sus creencias pero que para nada todas "son respetables", creo que el "relativismo" es la mayor endemia de nuestro tiempo. Creo que voy a dejar el tema porque no quiero empantanarme, creo que me voy a limitar a escribir lo que creo.


Creo en los días previos a un viaje, en el gusanillo de los preparativos. Creo en ponerte encima de la mochila para poder cerrar la cremallera. Creo en que siempre crees que se te olvida algo. Creo en el tetris del maletero. Creo que uno sale de viaje con dos bolsas y siempre vuelve con cuatro.


Creo que no hay nada mejor que un viaje en coche con los amigos. Creo que la ida siempre se hace mucho más corta que la vuelta. Creo que deberían inventar el teletrasporte para los viajes de vuelta, creo que entonces, la cosa ya no tendría gracia.


Creo que la autovía mudéjar es sin ninguna duda la que más he recorrido en mi vida. Creo que he
visto sus áridas tierras de todos los colores. Creo que siempre se me hace eterno el tramo de Teruel a Zaragoza. Creo que siempre he querido tener la típica foto idiota con el jamón de Calamocha. Creo que en España somos punteros en malgastar dinero en rotondas de discutible esteticismo.


Creo en el cambio de temperatura al superar el puerto de Monrespós. Creo que es uno de los mejores miradores del Pirineo. Creo que podrán haber cordilleras más altas, angostas y remotas, pero que los Pirineos siempre serán mi primer amor. Creo que aquí juego en casa.

Creo en la hospitalidad y amabilidad de los guardas del refugio Casa de Piedra. Creo que es el puto mejor refugio de los pirineos. Creo que el balneario de Panticosa es una de las mayores ofensas urbanísticas de España. Creo que me alegraría si alguno de sus promotores tuviese un extraño tropiezo.Creo que no deberíamos permitir semejantes atrocidades.


Creo en madrugar. Creo en el ruido del hornillo calentando agua o derritiendo nieve. Creo que ponerme las polainas es una de las cosas que más me desesperan en la vida. Creo que el infierno debe ser un sitio donde tengas que estar todo el día poniéndotelas y quitándotelas.

Creo en la nieve dura a primera hora de la mañana. Creo que el crujir de la nieve al descargar el crampón con todo tu peso es uno de los sonidos más relajantes del mundo. Creo en el amanecer. Creo en el juego de luces que pinta de todas las tonalidades posibles las siluetas de las montañas.






Creo en el momento en el que ves por primera vez el objetivo del día. Creo que siempre piensas
que esta a tomar por culo. Creo en el esfuerzo, en el paso a paso, en parar a coger aire cuando es necesario. Creo en el seguir adelante cuando flaquean las fuerzas.





Creo en el silencio cuando las cosas empiezan a complicarse. Creo en la concentración. Creo en el miedo como mejor mecanismo de supervivencia. Creo en la satisfacción de superar ese miedo. Creo en el alivio que se siente al pisar terreno seguro.






Creo en la cima. Creo que ésta es solo la mitad del camino.


Creo que a uno lo definen las personas con la que comparte sus pasiones. Creo que esto es lo más importante.


Creo en el brillo de los ojos de los que descubren algo nuevo. Creo que ver esa satisfacción es mejor que la propia. Creo en el magnetismo de los espacios agrestes. Creo que en ellos la felicidad es palpable. Creo que aquí no sirven los minutos para cuantificar el tiempo.

Creo que la bajada es el momento más peligroso. Creo que no hay que bajar la guardia. Creo que la nieve primavera puede jugarte una mala pasada. Creo que hasta el rabo todo es toro.


Creo que una vez todo esta hecho también hay tiempo para las risas.



 Creo que no hay nada como la cerveza de la vuelta. Creo en no haber terminado una actividad y
ya estar pensando en la siguiente.


Creo en disfrutar cualquier tipo de actividad. Creo que puede llegar a ser igual de placentero una actividad extrema que un paseo. Creo que el alpinismo no esta en los grados. Creo en el alpinismo romántico. Creo que no puede existir el alpinismo sin literatura. Creo que esto es algo más que un deporte. Creo que estoy empezando a aborrecer el carácter competitivo que se le esta dando a la montaña. Creo que nos estamos pasando con las carreras de montaña. Creo que la montaña no debería ser un negocio. Creo en Walter Bonatti.

Creo que algunos lo habrán entendido todo y otros no habrán entendido nada. Creo que los segundos deberían darse una vuelta por el monte.

Creo que nos ha tocada bailar con la más fea. Creo que quieren que la resignación invada nuestras vidas. Creo que no se van a salir con al suya. Creo que no esta todo dicho y mucho menos descubierto. Creo que es indispensable seguir creyendo.


martes, 15 de abril de 2014

Radio Patio - Paredón del Alguacil- Montanejos (115 m /6b+)

Da gusto tener una  "amiga lola" que te saque de tu zona de confort de vez en cuando, que tire sin despeinarse por los largos que tu medio te arrastras y que te espere con una sonrisa en cada reunión.  Da gusto escalar con Agnès.




La vía se encuentra en el paredón del Alguacil en Montanejos. El pie de vía se encuentra con gran facilidad gracias al cordino rojo que hay al comienzo.

La idea es tirar yo el primer largo, Agnes los dos siguientes y terminar dándole al último si llego con los antebrazos decentes.

El primer largo es una tirada larga que empieza por terreno fácil para ir ganando poco a poco verticalidad. Se nota que la vía es nueva, está bastante sucio con muchos de los agarres llenos de tierra.



En el segundo largo empieza la fiesta de la verticalidad. Largo mantenido con agarres buenos pero con tramos de roca mediocre que haces que te lo pienses más de la cuenta, sobre todo a la hora de poner los pies. Agnès lo saca con una naturalidad que insulta a los mortales, yo empiezo bien y voy subiendo bastante cómodo hasta que a falta de dos chapas los antebrazos dicen hasta aquí y tengo que pararme a descansar.





El tercer largo mantiene la tónica del segundo, aunque la roca mejora un poco. Yo que ando bastante justos por estos grados no note mucha diferencia entre el largo dos y el largo tres. Al igual que el anterior la pila me duró hasta escasos metros de la reunión.


Mientras veo como Agnès baila con los desplomes intento descifrar el sentido del nombre de la vía. ¿Será por el patio?.


O por el eco que hay en la pared que hace que cualquier susurro en el barranco se vea amplificado y podamos escuchar cualquier conversación cual cotillas de patio de luces.

Llego a última reu con los antebrazos como botijos. Aun así me apetece darle al último largo. A si que nos lo tomamos con calma a ver si recupero fuerzas. Mientras descanso voy estudiando los primeros pasos. Algo despierta mi sentido de escaqueador viejo y empiezo a pensar que este va a ser el típico largo que parece mucho más fácil de lo que en realidad es.

A si que con mucho gusto decido volver a cedérselo a Agnès, ¡ y menos mal!. Para mi el largo más obligado de la vía (y a mi gusto el más bonito). Movimientos de placa bastante verticales y largo muy mantenido donde los agarres no son tan obvios como en los dos anteriores. La roca también es mucho mejor, cosa que se agradece.






Así pinta la cosa a falta de tres chapas para la salida.


Una vía disfrutona para los que pasen cómodamente por ese grado, y que pondrá los antebrazos como auténticos botijos a los que vamos un poco más justos. La vía esta aun un poco sucia y hay que ir al loro con muchos cantos, pero cuando se vaya limpiando seguro que se convierte en una clásica del sector. Mi enhorabuena a los aperturistas porque se han marcado una línea preciosa.