lunes, 26 de agosto de 2013

Punta de las Olas - Huida a Ordesa ( Parte III)

Esta jornada era la que más me atraía de toda la travesía. Me provocaba cierto nerviosismo y curiosidad la bajada desde el Perdido a la punta de las Escaleras, y desde ésta la bajada a Goriz.

Además tenia el plus de volver a ver Pineta y eso siempre es especial para mi. En cierta manera era terminar de subir todos esos pedruscos que año tras año ocuparon mis sueños en la infancia.

Pero el hombre propone y la naturaleza dispone. Demasiada suerte estábamos teniendo con la méteo y tarde o temprano se volvería en nuestra contra. Preguntamos en Goriz y nos anuncian que se esperan fuertes tormentas por la tarde y que entrará bastante malo a partir del medio día.

Aun así eramos optimistas. Y donde muchos verían una gran probabilidad de fracaso nosotros veíamos una pequeña probabilidad de éxito. Y esto aun nos motivaba más a intentarlo. Queriamos quemar el último cartucho,  "all in" , darnos la vuelta si era necesario pero que por nosotros no quedase.

Nuestra baza era madrugar mucho e ir ligeros y rápidos. Siempre siendo conscientes de que era justo en la última parte de la jornada (la punta de las escaleras) donde menos debía pillarnos el mal tiempo.Decidimos intentar  llegar a la cima del Perdido.. y allí ya veríamos.

Nos levantamos a las 4. Dejamos todo en una taquilla del refu y salimos a buscar el gr-11 que lleva al collado del Añisclo.

La temperatura es perfecta, pero el cielo ya esta teñido de nubes. Aun así seguimos avanzando.

 photo P1070579_zpsb8cfe239.jpg

Empieza a amanecer y ya vemos con claridad el primer objetivo del día.

 photo P1070584_zps4bbc6d80.jpg

El ambiente es un poco tétrico pero estos amaneceres también son espectaculares.




El camino discurre siembre bordeando la mole de la punta de las Olas. Solo hay que prestar atención en un cruce que debemos tomar a la derecha si no queremos terminar en el cañon del Añisclo.

Seguimos bordeando la punta de las Olas en dirección al collado del Añisclo hasta que aparece una debilidad en la muralla rocosa. Es aquí cuando nos desviamos. Es una chimenea bastante ancha que se sube con relativa facilidad.

 photo P1070590_zps40ca1d4d.jpg

Superada esta , una senda continua nos lleva por un eterno canchal hasta la parte cimera del macizo.

 photo P1070591_zpsde10d688.jpg

Al llegar a la parte final, el fuerte viento que nos a acompañado durante estos dias vuelve a hacer aparición. Pero esta vez con mucho mas ahínco. Tenemos que evitar el filo ya que el viento nos "vuelca" literalmente.

 photo P1070592_zps5b67f54f.jpg

Aprovechamos un momento de claridad para disfrutar de las vistas sobre el macizo de la Munia.

 photo P1070593_zpsfe5cc958.jpg

Llegamos a la cima. Son las ocho menos cuarto y la cosa no pinta tan bien como esperábamos. Punta de las Olas ( 3002 m). Decidimos refugiarnos del viento, comer algo y ver si la cosa mejora un poco.

El fuerte viento alterna momentos de leve claridad con una nueva oleada de nubes. Parece que esta va a ser la tónica durante todo el día.

 photo P1070598_zps4572a843.jpg

Valoramos la situación y tenemos bastante claro que hasta la punta de las escaleras es muy dudoso que lleguemos con estas condiciones. En este momento mi sentido coleccionista aparece. Una vez sabes que vas a tener que volver a por una cima, que más te da hacer dos que tres.  Un tresmilista en serie no deja victimas. Hace el trabajo o no lo hace.

Podríamos haber hecho los Baudrimonts e incluso el Soum de Ramond. Pero carecía de sentido. Para que hacerlos en estas condiciones, sin disfrutar, sin poder echar buenas fotos y con este jodido viento. Para que si algún día tendremos que volver a pasar por ellos.

Aun así.... has madrugado, te has comido casi todo el desnivel, ahora empezaba lo bueno.... Cuesta renunciar. Mantienes la esperanza de que el tiempo va a mejorar. Esperamos un poco más, pero nada. La cosa incluso empeora.

 photo P1070600_zpsf1ebd898.jpg

Hay que saber perder. Asumir que no siempre esta todo en nuestra manos. Valorar que hemos hecho todo lo posible por completar la travesía. Pero cuando no se puede, no se puede. Lo demás es marear la perdiz.

Batirse en retirada y repetirse una y otra vez que las montañas estan ahí, y ahí van a seguir. No se las vas a llevar nadie.

 photo P1070601_zps9a764501.jpg

Cambiar el chip y disfrutar de la bajada y del impresionante cañón del Añisclo que aparece completamente despejado para burlarse de nosotros.

 photo a8Af1Yj2X1QQE9pvFHpcasdREL_-1Yl5yaMIpCaDi74_zpsf9036540.jpg

Cruzarse con los menos madrugadores. Y saber que al menos tu te has esforzado un poco más en intentarlo.

 photo P1070608_zps7075e847.jpg

Contemplar el avance del verano.

 photo P1070610_zps4465c72d.jpg

 photo P1070611_zps59a6c449.jpg

Y volverse una y mil veces para confirmar que la cosa no mejora y hemos hecho bien de bajarnos. Que se le va a hacer... necesito mirar cada cinco minutos para reafirmar la decisión de que hemos hecho lo correcto.

 photo P1070614_zps4de1073a.jpg

Jugar un poco con la cámara

 photo P1070624_zpsb41019df.jpg

 photo P1070636_zpse7e61d80.jpg

Y descubrir los tesoros de Ordesa que aun guarda esta travesía.

 photo OZLu25mf0pFAcAlgJGWOeNibcqMU6tHvN8yKVGgDJk8_zps0eaa3731.jpg

Pero antes hay que bajar por las famosas clavijas.

 photo P1070638_zps2dd91318.jpg

Para poder contemplar la archiconocida cola de caballo. Siento ser un hereje pero me esperaba mucho más. Una cascada sin más.

 photo KCGCIrzXeS699KJBXejupyTkdT5kktThaxX3Op40vV4_zps316bcadb.jpg

Y la rutina de siempre. Mecánicos giros de cuello de 180º para comprobar que el marrón sigue ahí pegado y que hoy no era el día.

 photo V1T6zNAFcJ0xPml5iwnBfKQSh2sEwK1KbpUysgmxfKc_zpseb8a7507.jpg

Siguiente punto turístico. Gradas de Soaso.

 photo P1070661_zps2ed82a9f.jpg

La bajada se me hace pesada. Es curioso comprobar como el cuerpo desconecta cuando sabe que todo a terminado. Los metros te parecen kilómetros. El camino no termina nunca. Incluso llego a pensar que los turistas que suben a la cola de caballo tienen más merito que los finisher del ultra trail del Mont Blanc. Eterno. Jodidamente eterno.

 photo jjygNWjrMmKrqPvWcEAlt1NFarL_vkS784vxlqp1Hdg_zps7eafba3b.jpg

Al fin llegamos a los autobuses. La sensación es agridulce. Tengo demasiado reciente el abandono como para valorar justamente esta aventura.

Desde casa la sensación es completamente diferente. Han sido unos días cojonudos. En los que hemos conseguido lo que nos propusimos. Desconectar, andar hasta que nos saliese de los huevos, y parar a dormir donde y como quisiésemos.

Días de disfrutar de las cosas sencillas, de compartir mucho más que una línea en un mapa, de olvidarnos por un tiempo de los problemas cotidianos. Vivir en resumidas cuentas.

Gracias a Pedrós por aguantar durante estos tres diás esta absurda obsesión de tachar nombres en una lista.
Volveremos.

























Torre y Espalda de Marboré - Picos de la Cascada- Marboré. Huida a Ordesa (parte II))

Después de una noche marcada por el fuerte viento y algún que otro ocasional chaparrón. Suena el despertador a las 6 a.m. Asomo perezosamente la cara fuera de la tienda, el día es de perros. Completamente nublado y un aire del demonio. Decidimos dormir un poco más a ver si mejora. Sobre las 9 volvemos a repetir la operación. El día ha mejorado e incluso tenemos compañía.

 photo P1070457_zps067ef2f4.jpg

Recogemos y desayunamos rápidamente, un poco culpables de que se nos hayan pegado la sábanas. Aun así sabemos que tenemos tiempo de sobra para realizar la jornada de hoy. Pero queremos terminar cuanto antes para evitar que nos puedan pillar las pronosticadas tormentas de la tarde.

Desde el vivac a la cima del Casco nos separa únicamente una gran pala de nieve. Los médicos aconsejan este tipo de pendientes para empezar la jornada, recién desayunado y con medio cuerpo aun invadido por Morfeo.


 photo P1070458_zps75f0ad95.jpg

Aquí se aprecia claramente la subida que ayer realizamos al casco.

 photo P1070460_zpse117c8fd.jpg

Y una multitud de madrugadores que quieren ser los primeros en ascenderlo hoy.

 photo P1070461_zps8e7b6690.jpg

De aquí a la cima de Marboré este será el único contacto humano que tendremos durante todo el día. El buen tiempo ha sido un espejismo. Y al llegar a la arista cimera de la Torre un aire intenta tirarnos. El cabrón no nos abandonará durante todo el día.

Esto me hace pensar que pocas veces cuando consultamos la méteo tenemos en cuenta el dichoso aire. Miramos, vemos la probabilidad de precipitación y poco más. Al menos en mi caso. Hoy no será un excesivo problema porque la dificultad técnica es casi inexistente, pero para una ascensión un poco más comprometida... hubiese sido un gran problema.

Sin mayor dificultad que la lucha contra el viento y la estabilidad llegamos a la cima de la Torre de Marboré (3009 m)

 photo P1070470_zps3f32cf68.jpg

 photo P1070475_zpsac21d6e5.jpg

 photo GIc3o2stRkyqc3Vxl0KHf4mMphYLwfUydDGJ8_EzkMU_zps684075cf.jpg

Desde la cima de la Torre se baja por un terreno bastante llano, a rodear la base de la Espalda de Marboré, ya que esta no se puede atacar con facilidad de frente.

 photo P1070477_zps3de78862.jpg

 photo P1070478_zpsdda381ba.jpg

Hay que buscar una supuesta debilidad en la pared que mediante una serie de terrazas y después de unos 35m nos deposita en un terreno cómodo desde el cual, y con las manos en los bolsillos llegamos a la cima de la Espalda.

Esa al menos es la teoría. Pero no encontramos con facilidad esa supuesta debilidad en la pared. La nieve existente no facilita para nada la búsqueda, ya que gracias a los neveros y a la casi inexistente rimaya podemos acceder al muro rocoso desde cualquier altura. Tampoco hay huella y mucho menos hitos. A si que nos paseamos por toda la pared buscando la supuesta sucesión de terrazas.

 photo Di73Smot7OzVGcThN3WOsM9i8wWgSSbdB_w3I-8_77o_zps7a8052be.jpg

Al fin Pedrós vislumbra lo que pueden ser unos hitos o simplemente un montón de piedras que se han desprendido. Decidimos probar suerte. Los diversos chorros de agua que caen no facilitan las cosas, y la mochila tampoco contribuye a que la estabilidad del cuerpo sea la óptima pero con calma y asegurando bien cada agarre cada pie se sube sin problemas.

Sin duda esta es la parte más expuesta de la jornada.

 photo U3B4OyhXy2WMT67S_4MQIdDNtTf04H6dSZg5uC1P5W8_zps88f36a40.jpg

 photo v9PoEBZ0MQ_QGAwdAb3Jescm2vYcRZrYVS5LSJe1688_zps3c1d0848.jpg

Ahora si... como afirmaba la reseña... manos en los bolsillos y a pasear tranquilamente hasta la cima de la Espalda de Marboré (3073 m).

La nieve es caprichosa y ha decidido dejarnos la cima con un adorno que difícilmente volveremos a ver.

 photo Iw34y71x7QrUzXDr-VzObuitWv42twIQa8R6BvYcsEc_zps9f7b81ce.jpg

 photo FiVq7Jmp-VpXCRG9pn2TBWlyntPvbnz2hM9zPJGqZY8_zpsab9e3caa.jpg

Desde aquí, y hasta la cima del primer pico de la cascada solo hay un centenar de metros. Y en menos de cinco minutos estamos pisando un nuevo tresmil.

 photo P1070484_zpsb04c6df9.jpg

Pico Occidental de la Cascada ( 3095 m)

 photo P1070499_zps5795df0f.jpg

Desde aquí... hay que seguir crestando y realizar un destrepe, que nos deja en un collado desde el que ascendemos el Pico Central.

 photo P1070502_zps577dcfc9.jpg

Pico Central de la Cascada (3106 m), se ve claramente el último pico de la Cascada y al fondo el Marboré.

 photo P1070506_zps7d01583c.jpg

Las vistas sobre la corona de Gavarnie son impresionantes.

 photo P1070507_zps259a4f2a.jpg

De nuevo un poco de cresteo y enseguida nos encaminamos a la base del último pico de la Cascada y de las últimas dificultades de la jornada.

 photo P1070515_zps8a7b935e.jpg

 photo P1070517_zps802a4edb.jpg


Después de una trepada por terreno bastante suelto. Llegamos al último pico de la Cascada.

 photo lJN3uDcTSy2Upu4MkFVM7XLX90l9Urr18VdD-jBfDYk_zps5ac00590.jpg

 photo P1070525_zps7d662d7d.jpg

 photo P1070533_zpsb48caae6.jpg

El gran problema de esta absurda afición, es que aun no has terminado el objetivo de hoy y ya estas soñando con el siguiente.






En mi caso... la norte de la Torre. Habrá que ponerse las pilas para darse un paseo por una tal Ravier que la recorre.

 photo 463301_zps97fdb97c.jpg

Pero de momento vamos a terminar la faena de hoy. Pico Oriental de la Cascada (3161 m)

 photo P1070538_zpsb3c6acd8.jpg

Y de cota a cota y subo el siguiente que toca.

Marboré (3248 m) Nunca había visto una cima más llana, invita a jugar una pachanga de futbol.

 photo P1070546_zps6b6d3a6d.jpg

Terminado el coleccionismo por hoy, toca bajar a Goriz. Atravesar algun que otro nevero de considerable pendiente.

 photo P1070550_zps0c66d40a.jpg

Navegar entre bloques de piedra.

 photo P1070551_zps9c240f20.jpg

E ir perdiendo cota

 photo P1070554_zps5377f926.jpg

Hasta enlazar con la subida normal del Perdido a la altura de la ciudad de piedra.

 photo P1070555_zps387ee521.jpg

Al llegar a Goriz ni rastro de las nubes. Se han quedado arriba y aun disfrutamos de una tarde soleada y sus correspondientes cervezas. Vuelta a lo de siempre. Montar el chiringuito.

 photo P1070564_zpseafbc99d.jpg

Preguntar la méteo (nada esperanzadora) y estudiar el recorrido de mañana.

 photo UfP6-ApXizwBAjhLN1z79UqAitgEAHa5ozrxa3Rgbn4_zps2b37edeb.jpg

Por hoy ya esta bien. Repaso mental a lo realizado y a dormir. Mañana intentaremos finalizar con éxito esta salvaje travesía.

 photo I_Yh7LtTAW5CFHBSOaHyiYv7xOT-Wm4vSkiS-wpu2Oc_zps164bb2ff.jpg

 photo hO_TU05ckpqClUcziXiaj7WUiKUwMApgVMSQve9rkDA_zps64e5577b.jpg