martes, 16 de julio de 2013

Dedo del Perdido 3.188 m

Decía Iñaki Ochoa lo estúpido que era el coleccionismo de ochomiles. Si alguien hubiese decidido que el metro fuese una barra de platino-iridio más corta, quizás estaríamos hablando de 50 ochomiles en vez de los 14 actuales.

Lo mismo a pequeña escala y salvando las distancias pasa con los tresmiles del pirineo. Con otra medida del metro, con otras limitaciones de prominencia quizás estaríamos hablando del doble de tresmiles o de la mitad.

La de montañas y agujas preciosas que no llegan a los tres mil metros y están desiertas y la de picos feos que se abarrotan de gente verano tras verano por el simple hecho de sobrepasar la maldita cota de los tresmil.

Supongo que todos tenemos nuestra dosis de idiotez y parte de esa dosis se representa en mi persona en el deseo de subir todos los putos tresmiles de los pirineos. Y mira que soy consciente de que los hay feos, muy feos y que sin esa maldita cota jamás pisaría sus cimas.

El dedo del perdido es uno de esos tresmiles. No es que sea feo, pero su escalada no es nada agradecida y si no fuese uno de ellos dudo que mucha gente lo subiese.


























Es increíble como el ansia del coleccionismo aparece. Después de realizar la Norte del perdido sabes que puedes echarte un par de tresmiles al bolsillo. Que así te los quitas de encima y no tienes que volver a drede a por ellos. 

A si que con esas a la que bajábamos por la escupidera nos desviamos hacia el pie del dedo. A ver como estaba el asunto. El recorrido es bastante intuitivo.

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El primer largo empieza por unas sencillas terrazas con roca muy rota y estratos cuyo buzamiento es hacia abajo, lo cual dificulta la protección. Vamos a buscar una reunión de cordinos en una pequeña aguja que hay a la derecha de dichas terrazas.

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Desde esta reunión destrepamos unos metros y cojemos una ancha chimenea. A mitad de esta nos encontramos un pitón, desde este nos desviamos a la derecha por una fácil canal que nos deposita en la arista cimera.

Puede ser un poco engorroso el destrepe, pero creo que es la mejor opción ya que así la reunión queda protegida de las muchas piedras que caen al subir por la canal. 

Ahora si, tresmil de coleccionista al bolsillo.

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En un rápel de 35 m llegamos justos de la cima al pie de vía. Recojemos bártulos y nos vamos a por el Piton SW y el Cilindro. El coleccionismo no puede esperar, siempre escudados en la afirmación de "ya que estamos aqui.....".







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