lunes, 30 de septiembre de 2013

La Alquimia del Alpinismo

Si hay un libro que me ha acompañado durante las numerosas mudanzas de los últimos años es este. Se ha convertido en un fijo de la mesita. Siempre dispuesto a una pequeña relectura, a volver a leer esos párrafos marcados en busca de una dosis de motivación en los días menos propicios. Como bien dice su contraportada  “Este es el libro que siempre volverás a leer”.

Es un libro que en la primera lectura se me hizo muy repetitivo y farragoso, por eso recomiendo leerlo por partes y no de forma lineal como si de una novela se tratase. Su estructura es bastante caótica y con bastantes fallos. Pero no lo desmerece, el contenido es tan bueno que compensa con creces lo anterior. Se nota que está escrito con el corazón y así lo reflejan sus líneas.






Se centra básicamente en intentar buscar una respuesta a la práctica del alpinismo.  Siempre desde esa componente romántica que lo convierte en algo más que un deporte.

“El alpinismo clásico pide practicarlo con entusiasmante sencillez, de manera que sea una relajación para la mente y un bien para el físico. El alpinismo clásico representa la escalada natural por excelencia, la del encantamiento, la que manos, pies y cabeza están enteramente al servicio del sentimiento y el corazón. Lo que uno busca en el alpinismo clásico y romántico es escalar recorridos estéticos, trazados bucólicos, vías que te hablen sobre la hermosura de las montañas y sus paredes. Quizás lo más bonito del alpinismo es que se escapa al entendimiento y se abandona al destino que en parte todos pertenecemos, pero en este caso un destino envuelto en una aureola de hechizo. El alpinismo se practica porque tiene algo de quimérico que contradice las normas de la sociedad, pero preserva el ideal humanitario de hacer cosas buenas a cambio de nada.”

También encontramos la respuesta que algunos alpinistas dieron a esta difícil pregunta:

“Deje de visitar las montañas durante 8 años. Desde su ausencia, descubrí su verdadera  riqueza apenas experimentadas anteriormente. Para comenzar eche a faltar la actividad física que constituye un factor de enorme importancia; en segundo lugar también me faltaba el factor imaginativo, tras prolongadas estancias en la ciudad, apreciaba que mi mente se intoxicaba y la viveza y el fluir de unas mejores ideas e imaginación solo lo encontraba en las montañas, como así mismo, la capacidad de juzgar y acceder al conocimiento de nuestras posibilidades y nuestros límites. La montaña es el símbolo de la verdad. Gratien Volluz”

Incluye a demás unas ilustraciones de P. Blanco muy bonitas y un capítulo de citas célebres no tan conocidas.

“De los placeres inocentes de la vida, este es el más completo”. Archille Rati. Un tal Pio XI.




Se trata de un libro muy interesante que hará las delicias de todos los corazones alpinos.




6 comentarios:

  1. Yo también me apunto a la lista de espera. Prometo leerlo rápido y devolverlo pronto...jjjjj

    Creo que yo no aguantaría 8 años sin ir a la montaña!!!

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    1. Eso esta hecho, el que me haga mejor trueque tiene el primer turno. :)

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  2. El Hielo, Nieve y Roca de Rebuffat creo que no te desagradará. Textos con sensibilidad y buenas fotos de lo que era alpinismo auténtico...

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    1. No te engaño, había pensado en ese. Trato hecho jajaja.

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