17-08-2008 BALAITUS 3114 m

El Balaitous (3144 metros) Balaitous, Balaitús, Pico de los Moros, Matterhorn o Cervino de los Pirineos. Aunque ahora su nombre oficial es el Balaitous o Balaitús según en el lado de la frontera en que nos encontremos, la presencia de esta enorme mole granítica y hielo ha dado pie a numerosas crónicas a lo largo de la historia del Pirineismo. Dependiendo de quién hable sobre este monte, ha tenido denominaciones tan dispares como Balaitous, Balaitús, Pico de los Moros (Lucas Mallada en 1878), Matterhorn o Cervino de los Pirineos (Henry Russel en 1864). Por el aspecto arácnido de sus aristas también se le conoce con el sobrenombre de “La Araña”

A principios del siglo XIX esta montaña no interesó a ningún montañero, hasta que en 1825 Pierre Peytier y Paul Hossard comprendieron la importancia de esta mole para sus trabajos de triangulación. Así pues, se dirigieron a él cosechando un gran éxito en su intentona ¡Habían subido al Palas! La segunda vez tampoco pudo ser. En la tercera intentona, en Agosto, provistos de una infraestructura que nos recuerda a las cordadas que se dirigen al Himalaya, consiguieron coronar la cima. Después vino la nada, el olvido. Hasta 1864 no se llegó a hollar la cima. En algunos ambientes aún se creía que la cima era virgen.

Hoy, a pesar de ser una cima bastante accesible, es una de las cimas de más de 3000 m que más dificultades presenta. Para llegar a la cima, se tome el camino que se tome, hay que escalar en mayor o menor medida. Todas las vías exigen una trepada. El peligro está presente en cualquiera de ellas.

Esta montaña es la primera cima que alcanza los 3000 metros si nos dirigimos desde el Cantábrico. Si el Ori marca una etapa, el Balaitous marca una segunda. Ambos, desde su atalaya, miran al Atlántico.

Llegamos al embalse de la sarra el sabado 16 a eso de las 6 de la tarde, el objetivo de hoy era llegar hasta el refugio de Respomuso, a si que nos pusimos en marcha para salvar los 750 m que separan los dos embalses. Llegamos a Respomuso en 2.30 siguiendo las señales del GR-11

La ruta que subimos para subir a este coloso fue la siguiente: Salimos del refugio de Respomuso remontando el barranco hasta llegar a la brecha de latur. Luego optamos por bajar por la gran diagonal ya que no llevabamos cuerdas para rapelar la brecha. La bajada por la gran diagonal nos llevo hasta los ibones de arriel y de alli volvimos de nuevo a Respomuso.

Nos levantamos a las 7 y sobre las 7.30 ya estabamos caminando. El día fue frio y con mucha niebla aun si es un gusto ir subiendo viendo la cresta del diablo.

Un poco antes de afrontar la pala de nieve que nos deja en la brecha de latur, tuvimos que parar a ponernos los crampones. Aqui nos juntamos con dos Bilbainos de los que ya no nos separariamos hasta la vuelta.

Sobre la brecha de latur, que decir que no se haya ya dicho. Nosotros lo pasamos bastante mal, tuvimos un susto gordo con una piedra que nos recordo los peligros de la alta montaña. Entre la niebla y el hecho de que los dias anteriores habia nevado, estaba todo muy mojado, las piedras muy sueltas, en fin que hay que sufrirlo. Pero con un poco de paciencia y tranquilidad fuimos subiendo. En ese momento, se unio al grupo Miguel un Avilés que nos acompaño tambien al dia siguiente a los infiernos.

Una vez superada la brecha, el camino hasta la cima es bastante evidente, eso si, sin niebla.

Una vez remontada la arista, ya estabamos en la cima, no puedo expresar con claridad lo que senti en ese momento. Por una parte la alegria de ser mi primer 3000, de haber conseguido llegar hasta arriba, por otra la desilusión de no poder ver nada por la niebla de no poder disfrutar de la cima por el frio. A si que nos hicimos las fotos de rigor, y rapidamente empezamos la bajada.

La bajada por la gran diagonal, la verdad que se hace muy pesada, muchas piedras mucha pendiente y en cima la puta niebla.

Seguimos bajando hasta que llegamos a los ibones de arriel, donde paramos a comer, y desde alli vuelta al refugio otra vez.

El tiempo total no lo llevamos con precisión mas o menos llegamos al refugio sobre las 4 de la tarde.

Siempre recordare este dia, ya no solo por ser mi primer tremil sino por la forma en que llego. La ruta, la gente que nos acompaño, la niebla, el frio, los sustos. Ambiente 100% alpino.

Una forma inmejorable de estrenarme en la barrera de los 3mil.